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domingo, 12 de abril de 2015

Amada mía.



Una paz lánguida como pétalos acariciaba su cuerpo
mientras se sumía en una tenue luz refugiándose
en el ultimo fulgor ardiente de una luna que la amo
con más afán que la propia vida, sin pensar en el miedo
sin pensar en la suerte.


En sus ojos esta el destello ultimo de recuerdos e imágenes
que laceraran su vida en un grito sin fondo por sus malas acciones
llegara el tiempo en que esa conciencia se despierte, devorándola
como sombras con sus gritos sin fondos, removiendo
los sentidos con su clamor como sombras fugaces.


Es posible que busque un cuerpo donde perderse
en un vano intento de acallar esas voces.


¡Solo el llanto será su compañía cuando a la luna recuerde
llanto que se elevara hasta las estrellas, el olvido no existe
se sueña o se desea, se ama o se miente!


Buscamos un destello de eternidad,
esa verdad que con desespero
se le arrebata
¡Amada mía!... a la muerte