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sábado, 31 de mayo de 2014

Penumbras.





En penumbras con el corazón roto
y el alma hecha cenizas
la memoria cabalga a su antojo
dejándome en los labios un sabor entre dulce y agrio
las llamas de ese fuego que me dabas, pero que solo en mi ardía
mi cuerpo recorre.

¡Tanto fulgor incierto contenido en los ojos
tantos abrazos sentidos!

Corazón duro como el pedernal, como rocas implacables
te he amado por encima de lo imaginable
pero como el viento iracundo se rompió contra la montaña
frente a rocas inútiles.

¡Ay! Donde andaba tu conciencia que conmigo así jugaste

¡Te he amado con el deseo hasta el límite mismo de la existencia humana
más allá del amor que se conoce!

Solo me dejaste la palabra hecha eternidad
 pero hasta la palabra huye
 solo quedan sombras, mi sombra
…Y tus labios de duros cristales.

Mª José Ferrer González.
® Reservado todos los derechos de su autor.