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viernes, 20 de diciembre de 2013

Invitación sin decepción.



La decepciones quiebran las gargantas, como tormentas con ansias de descargar su torrente.
Las palabra hieren, causan dolor y evitarlo no se puede, no tanto las de la plebe, pero mucho la de quienes amas y quieres.
Y desciendes hasta el fondo, en un acto de yacer para siempre, sin palabras hirientes.
Rumor y voces calientes de cristales marchitos, envueltas en llamas de unas vidas sin alicientes, el sarcasmo feroz, escupe la ignorancia con fauces entreabiertas, en un intento de sonrisas pintadas, con crueles engaños, buscan la aceptación de los indulgentes.
Alzar sus espadas, con la soberbia, en sus voces delirios de blasfemias e invenciones, desgarrando despacio con zarpazos, mortíferas garras en las sombras acechantes, para teñir sus propósitos con la sangre de los inocentes.
¿Y si se pensase o por último se desease, convertirlo en un sueño, que dijese? :
¡Amor poderoso, el del Mar, las estrellas y el alba, esos besos y las caricias de unas manos blancas, la paz y el sosiego de una noche en calma,
detente mundo y no sumas la vida en un ocaso profundo,
que la presencia del Amor, se materialice y salve la lenta agonía de esta vida, zaherida por esos cristales marchitos, que espante a la muerte,
que espera impaciente, sumida en el hastió,
que las risas, alejen el llanto, las caricias el sufrimiento, y que el clamor de unos besos, fraternales o apasionados, sean totalmente sinceros,
que en los ojos este el destello último y  el amor sostenga, la esperanza,
que, con el alba en las manos, el eco solo pronuncie ¡ Te quiero, te amo haciendo de ello, una unidad…absoluta!


Mª José Ferrer González.
® Reservado todos los derechos de su autor.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Tú mi Poema.


Te he amado como nunca pensé,
a mi llegaste de forma sigilosa,
apoderándote de mis sueños,
 poco a poco como el cielo,
silencioso, te adueñaste de mi, de todo
los más puro  y hermoso.

¡ Mis ilusiones, mi sentir,
mis ojos, ya solo por los tuyos veían,
ya solo en tus palabras creían!
bajos tu dominio,” solo bajo el
deje de ser yo”, para ser contigo.

 Como una sombra llegaste,
donde la luz solo es como una leve caricia
me acercaste al cielo, pero solo fue un verso
dormido, entre sueños dulces y amargos

¡Como la aurora difusa, el mar agitado
el viento que iracundo golpea, en el vano intento,
de romper tu impasividad, ese hielo, esas sombras
y así, acercar tu corazón a la tibieza
que tuviesen mucho de nubes blancas y poco de dureza!

Ya solo puedo decir.
¡Te he amado más allá del amor que
 que se conoce, hasta el límite de mi
existencia
te hice eternidad más allá de los sueños

Y con puro amor
viéndote con los ojos del alma, desperté el verso
para convertirte en …mi poema!


Mª José Ferrer González
.® Reservado todos los derechos de su autor

lunes, 9 de diciembre de 2013

El Poeta.


Como estrella rutilante, que  a la luna acompaña.

Como nómada que en la noche oscura,
por el desierto cabalga.


Como el amanecer,  busca la luz pérdida,
Iluminando con timidez, breves rincones,
del alma
 el sol tibio, acompañado de la brisa se insinúa,
despidiendo el alba.

¡Bajo el fulgor de las antorchas, sueña,
encontrar la verdad! ¿No la del filósofo,
no, la experiencias de otros entes, vividas?

¡Con las alas, extenuadas, abatidas, en la arena yace,
remolino de dudas, laceran su interior,
como, mar embravecido, rompe contra su boca
ese dolor, busca con sumisión, la serena conclusión,
que le devuelva luz a su vida!

¡Ay!  El poeta elevo su voz, nadie comprendió,
el debatir de su alma, se quedo en algún lugar,
de la existencia humana, ya solo busca la luz de la luna,
su siempre, fiel, secreta y amada…aliada.

Mª José Ferrer González.
® Reservado todos los derechos de su autor.



martes, 3 de diciembre de 2013

El alma soñó.

Esta noche a solas el alma sueña, el cuerpo lejos queda
callado, duramente ve, como lo reclama la tierra,
ocaso sin nombre, cielo y luna, donde una vez, unas alas
se quebraron, por intentar coger una estrella, las palabras
son las alas, son la vida, el corazón del poeta, las nubes, recogen
su lamento y su pesar, por esas alas que no volverán…

¡Voces se oyen, entre el mar y el cielo, enfadadas miran al horizonte,
esperando leer los versos, prosas y letras, volver a ver las alas del poeta!
La luna se esconde, la noche se vuelve oscura, ya no brillan las estrellas,
Y el poeta se pregunta ¿quedara en el recuerdo, alguno de mis poemas?

En ellos, quiso y dio, lo que su alma sentía, el amor de lo sagrado, con un afán incierto, hizo suya la luna y el cielo, con los ojos heridos, quiso coger una estrella, para adorarla.
El poeta conoce, ama, sufre, llora y peca, porque tiene alma.
La luna quiere, que despierte y esa adorada estrella, un beso deposita en sus labios, con tranquila calma.
Quizás para que siga haciendo versos o porque no quedan, palabras
ya, tan solo contempla con lagrimas sencillas,
una rosa negra, sobre su escrito y la blanca arena…


Mª José Ferrer González.

® Reservado copyright.