¿Qué magia, tan
poderosa que
encanta y
aturde, que poder
tienes en tus
palabras
que mi vida en
tus manos,
puse?
¿Qué silencio te
embelesa que
embarga y recoge,
qué dios
te lleva que
a mí jamás supe
en tu mirar el
alma que surge?
Me tomas y me
dejas, me ríes y me lloras,
me llamas y me
ignoras, como un juguete,
ya usado me
relegas con el resto de lo ajado.
No. Jamás mi
silencio y mi alma de ti se irán,
jamás una
lágrima desilusionada en ti caerá,
mas tu
sinceridad en ti jamás desistirá.
En ella creí,
puse mi corazón y mi fe,
y a esa verdad
me entregué,
sin ver más allá
pero, día a día,
minuto a minuto,
hora a hora,
me confundías,
ya no sabía en qué creer,
aun hoy prefiero
esa sinceridad inexistente,
y no pensar que
fui tan solo un juguete.
Cree querida
amiga, esa es razón de ser;
mas no pienses
en la malicia y la falsedad,
pues el corazón
de cosas buenas llenar,
mas en el
silencio de mi alma,
una nota de
armonía a ti hacer llegar.
Junto a mis
buenos deseos, los que estuvieron,
los que están y
estarán, aunque el interior duela,
aunque esté tan
claro, que más no pueda esperar,
aun así quiero
creer en esa armonía, en esa sinceridad.
¿Cómo dejar de
pensar en un mejor despertar;
cómo, desde la
angustia y agonía, un mejor esperar?.
¡Ay de esos
desalientos y de esos desencantos,
ay de ese sin
parar el corazón que la mente daña!.
¡ Pero lo miro
como pasado, algo que de sorpresa ya
no me cojera
creo, en el ser humano, en los valores,
en el amor y la
amistad, me he hecho creer, que eres un hada de bondad,
aunque sepa la
realidad, el hada de mis sueños de niña, no mas
tristezas, ya no
pensar, mi voluntad firme, mi cabeza para pensar en cosas
buenas y nada
más.
No mires el
pasado ni aquellos que no pueda existir,
mira al frente
despacio, y camina allá donde desees seguir,
porque no
existen hadas mágicas, si la magia de la amistad,
no existen
palabras hermosas que se quedan en el más allá.
Solo en los
hechos creo ya, no en la palabrería, que te toma, que te deja,
que nada viene a
demostrar, juegos peligrosos por lo que al corazón
puede dañar,
pero ya ves de vez en cuando ¿porque en las palabras no
creer? Los
hechos demuestran, pero las palabras se han de pronunciar
A ¿ quién no le
reconforta escuchar?
¡Confort, hermosura,
estabilidad, cordura , razonamiento!
¿Quién no querer
esa capacidad para poder expresar claridad,
y pasar el mejor
momento en un estupendo y buen caminar,
y dejar a un
lado el pasado y tomar este presente sin más?
Así que
concluyendo, digo, que nada es mentira ni verdad.
¿A quien no le
han hecho soñar, con palabras, con promesas?
¿ quién no
recordó su hada buena de la niñez? Mirar
al frente sí.
Mantener la
amistad como un regalo,
pero nunca nunca
del amor renegar,
con la mente
clara y en …paz.
Rosa Mª Villalta
y Mª José Ferrer