El baile y su son,
la guitarra, las palmas,
bailaores y bailaoras,
con trajes y mantones.
En medio de las tablas,
se hace en silencio,
el publico atento,
para ver y escuchar
lo que en el alma se clava
del corazón del, sentimiento,
y el arte que por sus venas corre,
que al aire lanzan.
Empieza en rasgueo de las guitarras
acompañada de las palmas,
y ese quejido que, rompe el silencio,
para a continuación seguir el cante,
que también expresa el sentir del alma.
La bailaora al cielo sube sus manos
como si a los que ya no están, se lo dedicara
y empieza su danza, ya solo escucha el cante,
y a la guitarra, ese torbellino, esa fuerza que
arrasa,
Su cuerpo y sus manos el cielo alcanza.
Encarna Casas, su nombre, “La Chabuca”
Su apodo, el arte del baile y del cante
su vestido y su mantón y la gloria de su sentir,
entregándose entera a ese momento,
que solo rompe el silencio de las palmas.
¡Y ese José Galván irrumpe con porte majestuoso
Acompañándola, en esa danza ¡
¡Que delirio, que belleza, que arte, que poderío!
Maestro de grandes bailaores, con nombre
que derraman en sus actuaciones sus, enseñanzas.
Maravilla, ya los que empiezan, aportan esas maneras,
que el maestro les traspasa.
Encarna Casas “La Chabuca” y José Galván.
El cante con, poderío, el baile sentido.
La guitarra, las palmas y el… son.
Mª José Ferrer González.